sábado, 7 de novembro de 2009

En caso de duda, consulte el diccionario








Con poco más de una veintena de sonidos, el homo sapiens fue capaz de ir articulando cientos de palabras y, con ellas, construir su pensamien mientras su mente se fue enseñoreando de los objetos mediante su fijación en el habla, las palabras fueron conformando ideas y propósitos, siendo quizás esta relación recíproca entre palabra e idea, la razón de su supervivencia.

-Abro la puerta a varias de las entradas de mi diccionario:

Greguerías: ocurrencias de don Gregorio.
Susurro: de las hojas que abanican el aire.
Azucena: núbil invitada a la cena de un príncipe azul.
Candado: perro del guerrero que cuidaba de su mujer
durante las Cruzadas.

Desde entonces, el lenguaje humano no ha parado de enriquecerse, ramificándose en las distintas lenguas, y éstas, en las múltiples jergas y registros, soportes de culturas milenarias.

Amanecer: luz que se traga las tinieblas.
Cangrejo: perro de aguas con gracejo.
Medusa: el in-salud que Obama prometió reformar.
Carrasca: viejo que se rasca la carroña.
Marido: marinero gallego embarcado en aguas revueltas.

Aunque el bagaje de nuestro idioma es rico y versátil, en el día a día tendemos a economizar, quedándonos con un elemental vocabulario para andar por casa, con frecuencia mutilado en los mensajes de chats y sms de las nuevas tecnologías de la comunicación.

-Pregunto a la palabra guía por otras entradas:

Acordar: sincronizar corazones.
Aurora: la hora en la que el lobo se despide de la luna.
Encantado: hijo afortunado de Belle, cantante de "la vida es una tómbola."
Catre: suspender tres asignaturas.
Cefálico: que piensa con el falo.
Quevedos: gafas-lupa de doble aumento.

Los adolescentes, amantes de la inmediatez y del poco esfuerzo, se comen sin escrúpulos tildes, vocales y haches del texto, añadiendo al cóctel fonemas foráneos, símbolos, iconos, gifs y emoticonos. De esta ensalada surge un nuevo código lingüístico, ininteligible a los desconectados de los multimedia y de sus redes sociales: Messenger, Facebook, MySpace. Leamos un ejemplo de esta desafiante simplificación:

Hi wpa! K tl? I ok xo t exo d -! kdmos xa cnar? q m dces?
Kisss

-Todo el monte no es orégano:

Arpón: arpa grande que enmudece los cantos de la ballena.
Droga: dromedario o camello que da gato por liebre.
Torpedo: flatulencia de un señor de la guerra.
Triscar: coche robado de tres plazas.
Cariátide: desear que las caries le coman los dientes a alguien.
Celíaco: que se lía con los cereales.
Certamen: aceptar las pruebas.

Los adultos relacionamos más la economía con el súper que con el móvil. Al contrario de nuestros hijos, nosotros alargamos el discurso dando golpes de ciego, intentando casar las palabras con las ideas. Nuestras redes sociales nos unen a las peluquerías, al grupo de amigos, a los velatorios, a los programas de color rosa, a las peñas futboleras, a las vecinas, al conserje.Por estar estas redes muy saturadas, 
lo importante es hablar bien alto. Lo demás: el qué y el cómo, no importa tanto. Si observas el patio, siempre verás a los mismos burros con las mismas alforjas.

Cantimplora: recipiente de agua fresca que canta y llora.
Carestía: el sudor de mi tía, con la bolsa de compra y la cartera vacía.
Capillo o castradillo: casquete que no llega a impedir la fecundación.
Cardamomo: peluquero egipcio especialista en peinar momias.

No pocos usuarios de la palabra, algunos profesionales del verbo, unos y otros ligeros de equipaje, se valen de comodines para rellenar sus lagunas o disparan palabras, errando el blanco. Ni se inmutan, tan panchos ellos, condición del bobo, mareando la perdiz en las norias televisivas, habla que te habla sin decir nada, mientras van causando quebranto a la gramática y desasosiego en las mentes ilustradas.

-Entradas a antros:

Feísmo: en Galicia, la chapuza es bella.
Cacofonía: ladrón de melodías.
Misántropos: misa de difuntos para los topos de los antros de las catacumbas.
Vínculo: hay miradas que atan.

Hace unos días, una conocida colaboradora de un programa rosa nos obsequió con la siguiente perla: "una cosa te voy a decir, ¿vale?, diciéndote, presuntamente lo que opino de la cosa, ¿vale?, te lo voy a decir, ¿me entiendes?, con dos palabras de retrato, un presunto. denuncias, no, ¿vale?, eso sí que no ¿me entiendes? sabidongo más aburrío que la una, eso es lo que tú eres, de chabacana nada, ¿vale o no vale?"

-En el diccionario, hay de todo como en botica:

Analfabeto: que va de culo con el alfabeto.
Batacazo: resbalón en la cocina, al preparar el café en bata.
Parálisis: resultado final, después de tanta prueba y análisis.
Viruta: ver la hoja de ruta, antes de que se la lleve el viento.


Querida mía, te deja a salvo en el cutre lux, la audiencia que se refleja en ti. Aunque, por corrupción lingüística merezcas condena de mutismo, es más que probable que continúes con la jerga de la juerga televisiva. Mientras tanto, para que aciertes alguna vez con el dardo de la palabra, te recomiendo el libro favorito de mi niñez: "Fray Perico y su borrico".

-En la rebotica, se almacenan otras palabras:

Misógino: método por el cual se embarazan alguna mises.
Declinar: el caso Gürtel: nominativo, genitivo, vocativo, acusativo.
Sostén: sujetador, pero mejor levantador.
Vitela: vocación del carnicero.
Cantueso: cocido que se ofrece en los comedores sociales.
Capitel: chip-agenda con aplicador subcutáneo para cabezas idas.
Clausura: casa habilitada para cangrejos ermitaños.

Mas, entre las tapas del diccionario, muertas de risa, están las entradas de hermosísimas y variadas palabras, deseosas de salir a relucir como anillo al dedo en las tertulias y debates, tras largos años de letargo en su sueño de duermevela, olvidadas, esperando a que alguien, conocedor de su existencia, las llame por su nombre, y como el poeta les diga: ¡levántate y anda!, lasproclame al viento y les dé, 
de nuevo, luz y vida en las conversaciones y en los libros.

-Y con esta palabra cierro mi diccionario:

Libros: primeros esclavos liberados de la ignorancia.



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